Calabria; “Bella y recóndita”

FLY AND DRIVE CALABRIA / VUELA Y CONDUCE POR….

…el extremo sur de Italia un viaje de 8 días/ 7 noches con 7 días de alquiler de coche. Calabria es tierra de mar y montaña, abrupta y bella como sólo puede ser el Mediterráneo. En su rico patrimonio cultural y natural encontraremos obras griegas y romanas, iglesias normandas, pintorescos pueblos encaramados a los montes o al borde del mar, parques naturales y playas kilométricas frente a mares violáceos; pero también podremos conocer una Italia distinta, con olor a lavanda y sabor a guindilla, bergamota y pez espada.

LA PUNTA DE LA BOTA….

Bañada por las espléndidas aguas del Mar Jónico y el Mar Tirreno y separada de la isla de Sicilia por el estrecho de Mesina, Calabria fue cuna de la Magna Grecia y tierra de antiguos asentamientos. La región nos ofrece una amplia selección de iglesias, monasterios, castillos, palacios y lugares en los que aún perduran tradiciones centenarias. Su clima acogedor, los magníficos colores de sus playas, las costas rocosas que se alternan con litorales arenosos, la naturaleza salvaje y misteriosa, las huellas de sus orígenes antiguos, hacen de esta región un lugar único para admirar en cualquier época del año.

Además de sus atractivos naturales, Calabria tiene también una cocina singular, de sabores intensos, en la que destaca el picante de la guindilla o “peperoncino” que se usa para condimentar desde las tostadas o “bruschette” hasta la “n‘duja” (carne de cerdo para untar), y es parte del “caviar de los pobres”, la salsa “sardella” a base de sardinas. Tampoco hay que olvidar el uso de ingredientes como la piel de bergamota, las cebollas dulces, el pez espada y la carne de caballo, y las distintas variedades de pasta artesanal como serían las “strangugghj”, “fileja” y “maccaruni”.

Salidas diarias desde Madrid y Barcelona durante todo el año. Consultar otros orígenes.

Precio recomendado. Sujeto a fluctuaciones (alza o baja) según temporada y la antelación con la que se efectúe la reserva.

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Cosenza: Cosenza es una ciudad de gran tradición cultural, que además de albergar el mayor campus universitario de Italia tiene un hermoso y bien cuidado centro histórico con pintorescas callejuelas empinadas que trepan por la ladera de una colina. Palacios, edificios públicos e iglesias alternan con edificios reconvertidos a museos en una ciudad donde la cultura está en la calle.

Scalea y la Riviera dei Cedri: El tramo septentrional de la costa del Tirreno se llama “Riviera dei cedri” por la abundante presencia de cultivos de cedros. Destacan el tramo entre Amantea y Belmonte, la población de Diamante con sus tiendas de moda y murales de brillantes colores, la playa de arena oscura de Praia a Mare y Scalea, con un bonito centro histórico amurallado.

Parque Nacional del Pollino / Los Arbëreshë: Este parque natural se extiende por Calabria y la Basilicata y además de servir de refugio a especies como el pino loricato es de gran interés etnográfico por la presencia de los Arbëreshë. Los Arbëreshë son refugiados albaneses llegados a Italia tras la conquista otomana de Albania en el siglo XV y XVI, y que aún hoy preservan sus costumbres y lengua y practican el cristianismo del rito griego. El Pollino concentra numerosos pueblos fundados o poblados por esta etnia. Frascineto, Civita y Spezzano Albanese son pueblos Arbëreshë fácilmente accesibles desde la ruta sugerida para nuestro Fly & Drive por Calabria.

Rossano: Esta pequeña y aparentemente tranquila ciudad tiene una agitada historia como puerto fortificado romano y ciudad estratégica de Bizancio, lugar de nacimiento de dos Papas y de San Nilo el Joven. Destacan el castillo, el oratorio de San Marcos (de estilo bizantino y construido por San Nilo el siglo X), la iglesia de Santa Maria Panaghìa y la catedral, de donde proceden el Codex Rossanensis y la imagen de la “Madonna acheropita”.

Parque Nacional de la Sila: Uno de los primeros parques naturales de Italia, protege un altiplano cruzado por lagos y territorio semisalvaje, salpicado por pequeños pueblos en un entorno de gran belleza. Como parte de nuestra ruta, sugerimos pasar por Acri, el embalse de Cecita, San Giovanni in Fiore y Castelsilano.

Santa Severina: Este pequeño pueblo, cuna de un Papa, ofrece al visitante grandes vistas gracias a que está encaramado sobre un acantilado conocido como el “barco de piedra”. Además podremos visitar un castillo normando, la catedral del siglo XIII y uno de los pocos baptisterios bizantinos del siglo X que ha llegado a nuestros días básicamente en su forma original.

Crotone: Esta antigua colonia de la Magna Grecia vio la creación de la Escuela de Crotona por parte de Pitágoras y fue el lugar de nacimiento del atleta Milón. En la actualidad ofrece al visitante su Castillo de Carlos V, la Catedral y el casco antiguo con sus palacios, además de poder ver el Tesoro de Hera en el Museo Arqueológico Nacional.

Cerca de Crotone, el Cabo Colonna muestra la última columna superviviente del templo de Hera Lacinia, un importante santuario en cuyas excavaciones pudo rescatarse un pequeño pero interesante tesoro.

Asimismo yendo al sur hacia Le Castella, puede verse su Castillo Aragonés, que ha aparecido en varias películas y tiene una hermosa estampa, unido a tierra por apenas una barra de arena.

Catanzaro: Catanzaro es la capital de Calabria, situada en el extremo oriental del istmo de Catanzaro, el punto más estrecho de Calabria y de Italia (35 km del mar Jónico al Tirreno). En la ciudad pueden destacarse la torre normanda, la Catedral, los jardines de la Villa Trieste y el Mirador, desde el que se dominan el valle de la Fiumarella y el golfo de Squillace.

Cerca de Catanzaro, el parque arqueológico de Scolacium contiene los restos del poblado prerromano de Skylletion, con fragmentos de calles, acueductos, mausoleos, teatro y anfiteatro. El pueblo de Squillace da nombre al Golfo y en su centro histórico hay diferentes iglesias monumentales y un Castillo Normando.

Stilo: La antigua colonia griega Stylo es hoy un pueblo conocido por los restos del castillo normando de Roger II y muy especialmente por la “Cattolica de Stilo”, una iglesia bizantina del siglo IX muy bien conservada. La Cattolica debe parte de su estilo peculiar al estar construida con costosos ladrillos cerámicos, en vez de materiales más accesibles para la época como la piedra.

Gerace: Gerace destaca por tener un centro medieval perfectamente conservado, en el que destacan los edificios religiosos como la iglesia barroca de San Francisco, el pequeño templo San Giovannello y en especial la catedral normanda de Gerace, construida en el siglo XI y que aún hoy es uno de los mayores edificios religiosos de Calabria.

Cerca del pueblo vecino de Locri, puede visitarse también los restos del santuario de Marasá y un teatro griego asociados a la colonia de Locri Epizephyrii.

Parque Nacional del Aspromonte: Este parque nacional protege buena parte del macizo del Aspromonte, y constituye una zona de gran interés natural y cultural. Como parte de nuestra ruta, sugerimos acercarnos a Bova, uno de los pueblos donde se habla “griko”, un dialecto del griego heredado del griego bizantino. Tanto el pueblo como las vistas desde la carretera son de una gran belleza. Asimismo son típicas las vistas a y desde Pentadattilo, un pueblo fantasma en la ladera de una curiosa montaña.

Reggio de Calabria: La capital de la provincia del mismo nombre es famosa en todo el mundo por la preservación de los bronces de Riace, dos estatuas griegas en bronce de gran belleza rescatadas del mar en 1981. Aparte del Museo que alberga los bronces, son dignas de visitar la Catedral de Reggio (reconstruida en estilo neorrománico tras el terremoto de 1908, tercera catástrofe en arrasar pro completo esta infortunada iglesia) y el castillo Aragonés.

Scilla: Este antiguo pueblo frente al estrecho de Messina era, supuestamente, la morada del monstruo marino Escila de la mitología griega. En la actualidad es un bonito pueblo costero dominado por el castillo de Ruffo, y sus playas señalan el inicio del tramo más cálido de la “costa Viola”, así llamada por el color violáceo de las aguas.

Tropea: Tropea es uno de los destinos de playa más bonitos de Calabria. Además de sus arenas blancas, los acantilados y el mar, Tropea es conocida por el santuario benedictino de Santa María de la Isla, construido sobre un escollo frente al pueblo. Asimismo la cebolla roja y dulce oriunda del lugar, la cebolla de Tropea, es un ingrediente indispensable en la cocina calabresa.

Cerca de Tropea, las playas de cabo Vaticano son las más fotografiadas de Calabria. Abiertas como calas al pie de imponentes acantilados, el entorno es de una belleza sin igual y al contrario de algunas playas más accesibles, no suelen estar masificadas entre semana.

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EL LUGAR

CALABRIA

Calabria es una región del sur de Italia, que constituye la punta de la península italiana; limita al norte con la región de Basilicata, al oeste con el mar Tirreno, al noreste con el golfo de Tarento (Taranto), al este con el mar Jónico y al sur con el estrecho de Mesina, que la separa de la isla de Sicilia.

La región está divida en cinco provincias administrativas: Catanzaro, Cosenza, Crotona, Reggio de Calabria y Vibo Valentia. La capital es Catanzaro y la ciudad más poblada es Reggio Calabria; según el censo, en 2010 Calabria tenía 2.009.458 habitantes.

Su territorio es muy montañoso, con menos del 10% de la superficie en terreno llano y casi el 50% cubierto de colinas. Los principales relieves son la cordillera del Pollino al norte, el altiplano de la Sila, las sierras calabresas y al sur el macizo del Aspromonte, rodeado por el mar por tres lados. El terreno llano ha sido explotado tradicionalmente por la agricultura, con terrazas extendiendo la superficie cultivable a parte del terreno elevado. La irregularidad de las precipitaciones y el corto recorrido de los ríos, con el consiguiente riesgo de sequía, han influido en la cocina calabresa que tradicionalmente incide en la preservación de los alimentos mediante la salazón y el uso de picante (guindilla).

Aunque el turismo de playa está bastante desarrollado, sobre todo en la costa del Tirreno, Calabria es en general una zona poco visitada y esconde muchas sorpresas para los viajeros. Además de naturaleza semisalvaje, en el interior de Calabria pueden encontrarse pueblos habitados por minorías como la albanesa o la grecoparlante, que aún hoy mantienen su identidad tradicional junto con la italiana.