FLY AND DRIVE FRANCIA Y ALEMANIA; VUELA Y CONDUCE EN…
Alsacia y Selva Negra en este viaje a tu aire al corazón de la vieja Europa, combinando estas hermosas regiones del este de Francia y el sur de Alemania en un fly & drive de 8 días con 7 días de coche de alquiler.
La región de Alsacia se sitúa al este de Francia, en la frontera con Alemania y Suiza, ofreciendo al visitante importantes recursos naturales, arquitectónicos y culturales. Los tupidos bosques y montañas de los Vosgos esconden encantadores pueblecillos floridos y castillos medievales, iglesias románicas e importantes lugares de gran interés patrimonial sin olvidar los aspectos mas tradicionales que nos aporta las región, donde podremos disfrutar de la gastronomía alsaciana, sus fiestas populares, mercadillos, cervecerías o de las reconocidas rutas vinícolas.
Viajando por el norte de la Selva Negra se va principalmente a través de bosques de robles y abetos rojos sobre mesetas libres. Un área ideal para los fanáticos del senderismo, tanto en verano como en invierno. Aquí la vista alcanza hasta la llanura del Alto Rin hasta los Vosgos. Con la variedad de sus formas paisajísticas, que armonizan con la sierra rica en bosques, se presenta la Selva Negra Central alrededor de Offenburg.
Ruta propuesta: Basilea – Mulhouse – Colmar – Kaysersberg – Riquewihr – Ribeauvillé – castillo de Haut–Koenigsbourg – Estrasburgo – Gengenbach – Lautenbach – Oppenau – cascadas Allergeiligen – Sasbachwalden – Mummelsee – Hornisgrinde – Baden–Baden – abadía de Maulbronn – Calw – Baiersbronn – Freudenstadt – Baden–Baden – Freudenstadt – Alpirsbach – Schiltach – Wolfach – museo Vogtsbauernhof – Triberg – Sankt Peter im Hochschwarzwald – Friburgo – lago Titisee – cascadas Todtnau – Schluchsee – cataratas del Rhin – Laufenburg – Basilea
Pernoctando en: Colmar 2 noches, Estrasburgo 1 noche, Baden-Baden 2 noches, Friburgo 1 noche, Basilea 1 noche
Duración: 8 días. Kilómetros necesarios para cubrir el programa: 1.025 km
Precio recomendado. Sujeto a fluctuaciones (alza o baja) según temporada y la antelación con la que se efectúe la reserva.
El precio incluye:
- Vuelos España – Basilea y regreso; cía. Easyjet (consultar orígenes)
- Equipaje facturado (1 maleta por pareja)
- Tasas de aeropuerto y emisión
- 7 noches de alojamiento en hoteles ***/****
- Desayunos
- Alquiler de coche tipo CDMR (VW Golf o similar) durante 7/8 días con kilometraje ilimitado, seguros de robo y colisión con franquicia.
- Documentación de viaje con información del destino y mapa de carreteras
- Seguro de viaje
No se incluye:
- Seguro opcional de cancelación: 15,0 €
- Nada que no esté especificado en el apartado anterior
DÍA 1.: España | Basilea | Mulhouse | Colmar. 83 Km
Salida en vuelo de línea regular y llegada al lado francés del EuroAirport Basel-Mulhouse-Freiburg. Recogida de vuestro coche de alquiler y salida en dirección a Colmar, primera parada del fly and drive por Alsacia. Por el camino podremos visitar Mulhouse y ver su ayuntamiento o alguno de los importantes museos técnicos de la ciudad, como la Cité de l’Automobile, la Cité du Train o Electropolis. Llegada al hotel. Noche en Colmar.
DÍA 2.: Colmar
Día libre para descubrir la ciudad florida y sus alrededores a vuestro aire. Podréis ver la “Pequeña Venecia” y su red de canales, los edificios renacentistas y góticos perfectamente conservados, buscar las especialidades vinícolas locales… en los alrededores de Colmar podréis optar por visitar, hoy o mañana, diversos pueblos y lugares de interés de la “ruta del vino” de Alsacia.
DÍA 3.: Colmar | Kaysersberg | Riquewihr | Ribeauvillé | castillo de Haut-Koenigsbourg | Estrasburgo. 106 Km
Hoy seguiremos haciendo una ruta por Alsacia camino de Estrasburgo; si no los visitasteis ayer, será la ocasión de pasar por algunos lugares típicos de Alsacia, siguiendo la “ruta del vino”:
Kaysersberg: este pueblo conserva intacto buena parte de su centro renacentista y sobre él se alza su castillo, recordatorio de la relevancia militar de Kaysersberg. En los viñedos de alrededor se cultiva la vid Pinot gris, de origen húngaro y que constituye una especialidad local (Tokay de Alsacia).
Riquewihr: este pueblo parece sacado del siglo XVI y pasear por sus calles, fortificaciones y edificios renacentistas es como un viaje al pasado. Riquewihr es parte de la “Asociación de los pueblos más bellos de Francia”, que reconoce y fomenta los esfuerzos por mantener el espíritu de los pueblos tradicionales.
Ribeauvillé: este típico pueblo alsaciano, se distingue por sus casas multicolor y profusamente decoradas. Como en toda la ruta del vino, puede encontrarse fácilmente dónde probar y adquirir el vino local, generalmente del tipo Reisling, y otras especialidades culinarias como los embutidos.
Castillo de Haut-Koenigsbourg: este castillo se alza en los montes Vosgos, con vistas sobre la llanura alsaciana. Considerado patrimonio nacional desde 1863, ha sido una importante atracción turística desde que fuera cuidadosamente restaurado en el año 1900.
Llegada a Estrasburgo tras esta pequeña ruta en coche por Alsacia y alojamiento. En esta ciudad podremos visitar, entre muchos otros puntos de interés, su centro histórico, el conjunto de la Petite France con el Barrage Vauban sobre el río Ill, la impresionante catedral y su reloj astronómico…
DÍA 4.: Estrasburgo | Gengenbach | Lautenbach | Oppenau | cascadas Allergeiligen | Sasbachwalden | Mummelsee | Hornisgrinde | Baden-Baden 150 Km
Hoy saldremos de Alsacia y nos adentraremos en la segunda parte del fly & drive por la Selva Negra, en el importante estado alemán de Baden-Württenberg, que ocupa toda la esquina suroeste del país.
Dado que hay muchas cosas para ver, os sugerimos zigzaguear por la parte occidental de la Selva Negra mientras subimos hasta Baden-Baden; así podremos visitar pueblos como Gengenbach, uno de los más bonitos de la región y que nos da la bienvenida a sus calles con casas de entramado de madera través de una torre que en tiempos fue parte de la muralla.
Más al norte podréis parar en Lautenbach y admirar la iglesia de Märia Königin, una pequeña joya gótica, antes de pasar por Oppenau y recorrer su centro medieval, muy bien conservado. Los amantes de la naturaleza podrán luego visitar las ruinas de la abadía de Allerheiligen (o, Abadía de Todos los Santos) y hacer una pequeña excursión a las cascadas Allerheiligen, que toman su nombre.
La siguiente parada que proponemos, casi obligada, es en Sasbachwalden, pueblo rodeado de viñedos y que es oficialmente el pueblo más bonito de Alemania. Además de pasear por sus calles y rincones de postal, podremos tomar contacto con los frutos de la viña en las diversas bodegas locales o, si ya hubieran cerrado, en las fuentes de licores donde se escancian copitas de los mismos dejando el dinero del precio en una hucha (es un sistema basado, obviamente, en la confianza).
Otra parada que podemos hacer antes de llegar a Baden-Baden es en el lago Mummel o Mummelsee, casi circular y de profundas aguas negras pobladas según la leyenda por las Nixes (ninfas de agua). Con o sin seres mitológicos, Mummelsee es un epicentro del turismo veraniego alemán, así que para admirarlo con tranquilidad recomendamos rodearlo por el sendero al efecto o bien ascender al Hornisgrinde, la montaña más alta de la Selva Negra con 1.164 metros de elevación. Un suave paseo de unos 2 km entre ida y vuelta nos regalará magníficas vistas del Mummelsee y sus misteriosas aguas así como de los alrededores, en especial desde la torre de observación del Hornisgrinde. También podremos pasear por el Grindenpfad, un terreno pantanoso único en Alemania y que cubre la cima del monte.
Para acabar el día, nos dirigiremos a la ciudad balneario de Baden-Baden, donde estaremos dos noches para visitarla y seguir explorando el norte de la Selva Negra.
DÍA 5.: Baden-Baden | abadía de Maulbronn | Calw | Baiersbronn | Freudenstadt | Baden-Baden 260 Km
Punto de encuentro de la alta aristocracia europea, la ciudad balneario de Baden-Baden es una de las ciudades más lujosas de Alemania, y sus palacios y edificios nobles bien merecen una visita, que podremos decidir cómo y cuándo hacemos ya que el norte de la Selva Negra también tiene atractivos para invitarnos a tomar la carretera.
Saliendo al norte desde Baden-Baden, pasaremos por localidades como el fotogénico pueblo de Ettlingen mientras nos acercamos a un lugar que no suele asociarse con la Selva Negra: la impresionante abadía cisterciense de Maulbronn.
Esta abadía no sólo fue una de las primeras que fundó la orden del Císter, sino que está magníficamente conservada tras 9 siglos de historia. Sus canales y estanques nos enseñan cómo la piscicultura era una importante fuente de alimentación de los padres cistercienses, y en el siglo XIII Kloster Maulbronn llegó a ser tan grande e importante que constituye un pequeño pueblo en sí misma.
Siguiendo esta ruta por el norte de la Selva Negra, podremos acercarnos a Calw, una bonita ciudad medieval donde se hallan la casa natal y un museo dedicado a su hijo más ilustre, el escritor, poeta y premio Nobel Herman Hesse. Otro atractivo de Calw son las cercanas ruinas del monasterio benedictino de San Pedro y San Pablo (Kloster St. Peter und St. Paul), en Hirsau.
Más al sur, y tal vez cuando se nos haya hecho hora de comer, encontraremos el resort turístico de Baiersbronn, dedicado al senderismo en las montañas que lo rodean y a la alta cocina, con dos restaurantes de 3 estrellas Michelin y otras 6 opciones de altísimo nivel que atraen por igual a deportistas y gourmets de toda Alemania.
Cerca de Baiersbronn encontraremos la localidad de Freudenstadt, apreciada por su clima saludable desde el siglo XIX y que en la actualidad es una importante ciudad turística. Su plaza del mercado es la mayor de Alemania y en ella pueden adquirirse productos frescos todos los días de mercado.
Desde Freudenstadt podremos regresar a Baden-Baden por la Schwarzwaldhochstrasse o Carretera Alta de la Selva Negra, un tramo de la carretera B500 desde el cual obtendremos abundantes vistas a los valles y montañas de la Selva Negra y de Alsacia y sus montes Vosgos mientras nos mantenemos a una altitud de más de 1000 metros. Sabiendo que mañana la retomaremos en sentido sur para ir a Friburgo, podremos explorar este primer tramo con tranquilidad mientras volvemos a Baden-Baden y nuestro hotel.
DÍA 6.: Baden-Baden | Freudenstadt | Alpirsbach | Schiltach | Wolfach | museo Vogtsbauernhof | Triberg | Sankt Peter im Hochschwarzwald | Friburgo 185 Km
Hoy retomaremos la carretera de la Selva Negra o Schwarzwaldhochstrasse y volveremos a pasar por Baiersbronn y Freudenstadt antes de seguir al sur por una serie de bonitos pueblos.
Por ejemplo, encontraremos primero Alpirsbach, famoso por ser la sede del monasterio del mismo nombre y en el que se fabrica la cerveza Alpirsbacher Klosterbräu, ubicua en toda la Selva Negra. La fábrica puede visitarse e incluye una degustación de la cerveza fresca tal cual termina su elaboración, antes de embotellarla.
Siguiendo la carretera B500 encontraremos el pueblo de Schiltach, en el que la plaza del mercado y el ayuntamiento merecen la pena de subir por sus empinadas calles, o bien podemos seguir camino hasta otro bonito pueblo en terreno más llano, Wolfach.
Siempre al sur, otra parada que puede interesar al viajero es el museo al aire libre Vogtsbauernhof, cerca del pueblo de Gutach, donde se conservan 6 granjas tradicionales del siglo XVII completamente restauradas y decoradas con mobiliario original, que permiten asomarse al pasado de la vida en la Selva Negra.
La siguiente parada es una de las visitas obligadas de toda ruta en coche por la Selva Negra: Triberg y sus cataratas.
Las cataratas de Triberg son una serie de 7 saltos de agua del río Gutach que superan un desnivel de 163 metros, encajonados en un estrecho valle justo antes del pueblo. En Triberg asimismo podremos ver el reloj de cuco más grande del mundo y tal vez adquirir uno de estos típicos relojes, que en tiempos eran vendidos por buhoneros y acabaron generando su propia industria y convirtiéndose en uno de los símbolos de la Selva Negra.
Saliendo de Triberg seguiremos el camino hacia Friburgo, aunque los que quieran hacer una ruta más exhaustiva darán un rodeo para pasar por la bonita abadía de San Pedro en la Selva Negra o Sankt Peter im Hochschwarzwald con su iglesia barroca de piedra arenisca roja y un cementerio que casi parece un jardín con lápidas.
El final de etapa será llegando a Friburgo, que no solo es la capital de la Selva Negra sino que también es una de las ciudades más alegres y soleadas de Alemania.
Podremos aprovechar la tarde y la mañana siguiente para pasear por sus calles surcadas por canalillos de agua o blächle, visitar sus edificios históricos como los Grandes Almacenes del año 1532, la catedral gótica construida con caliza roja o las diversas plazas, o simplemente tomar algo en una terraza, disfrutando de la tranquilidad de esta hermosa ciudad.
DÍA 7.: Friburgo | lago Titisee | cascadas Todtnau | Schluchsee | cataratas del Rhin | Laufenburg | Basilea 240 Km
Hoy es un día en que probablemente habrá que hacer compromisos, ya que hay muchas opciones y la ruta completa nos tomará más de 4 horas de coche.
Para los más “cañeros”, el menú de visitas comienza yendo al lago Titisee, uno de los más bonitos de Alemania y un importante centro de actividades náuticas donde solo se permiten embarcaciones eléctricas. En caso de estar muy lleno, tenemos un plan B más adelante… pero primero os sugerimos pasar por las cascadas Todtnau, recorriendo de paso uno de los tramos más bonitos de la Ruta Escénica de la Selva Negra.
Las cascadas Todtnau son las segundas más altas de la Selva Negra, y un bonito camino acondicionado permite subir casi paralelos a los saltos y disfrutar de unas cuentas pozas naturales donde refrescarse en su agua gélida incluso en verano.
Retomaremos el camino hacia las cataratas del Rin, pasando por el lago Schluchsee, que aunque proviene de un embalse que elevó el nivel del agua 6 metros por encima del lago original, es casi tan bonito como el Titisee y resulta bastante menos concurrido pese a ser un importante centro de deportes náuticos en verano y de esquí en invierno.
La siguiente parada que proponemos es en Suiza, para lo que necesitaremos comprar una viñeta de autopistas suiza (puede hacerse en cualquier gasolinera, papelería o kiosco próximo a la frontera). Ya en territorio de la Confederación Helvética, nos espera el pueblo de Schaffhausen o Escafusa y en él las cataratas del Rin, las mayores de Europa, con 150 metros de anchura y una caída de 23 metros. Estas cataratas son uno de los mayores espectáculos naturales del continente y bien valen el rodeo que hay que dar para alcanzarlas desde Friburgo.
Si ya las hemos visto o si queremos ir por un camino más corto hasta Basilea, sugerimos cruzar la frontera (y comprar la correspondiente viñeta y algunos souvenirs) en Laufenburg, un pueblo a orillas del Rin con una historia peculiar ya que Napoleón lo dividió entre Suiza y Alemania haciendo pasar la frontera por el río, situación que ha dado pie a que hoy la parte alemana sea una próspera ciudad comercial gracias a los suizos que van a comprar allí, mientras que la parte suiza es un pueblo bonito pero bastante aletargado.
Llegada a Basilea por la tarde y alojamiento en el hotel reservado.
DÍA 8.: Basilea
Último día del fly and drive por Alsacia y la Selva Negra, que podremos aprovechar para visitar la ciudad antigua de Basilea y la catedral, o hacer algunas compras de última hora mientras esperamos a la hora de salida de nuestro vuelo. Con un margen de tiempo prudencial, devolución del vehículo de alquiler en la misma oficina de recogida y embarque para el regreso.
GASTRONOMIA
EN ALSACIA…
La cocina alsaciana es una de las más peculiares de Francia, pues combina recetas alemanas con formas y detalles puramente franceses.
Es conocida por especialidades tradicionales como el cocido baeckeoffe, a base de patata, cebolla, cordero, vaca y cerdo y que se cuece al horno muy lentamente; las flammekueche (tartas con una delgada base de pan cubierta de queso, cebolletas y lardon); el fleischnacka (especie de rollo de pasta y carne de res picada); y en especial por la choucrout garnie , una receta de chucrut que se acompaña de embutidos y salsichas alsacianos.
Otros productos de renombre en Alsacia son las aguas naturales de las fuentes de los Vosgos o los dulces tradicionales navideños llamados brédeles, pequeñas galletas y bizcochos anisados y de especias.
Alsacia es especialmente famosa por sus vinos, blancos de las uvas Riesling, Sylvaner o Gewürztraminer, y tintos a base de Pinot Noir. Asimismo no hay que olvidar que Alsacia es la mayor productora de cerveza de Francia, con populares marcas comerciales como Kronenbourg, Fischer, Météor y Kanterbräu.
EN LA SELVA NEGRA…
Además de por los platos comunes en toda la gastronomía alemana, la Selva Negra es conocida por recetas propias como la “tarta selva negra” o Schwarzwälder Kirschtorte (a base de chocolate, crema, cerezas y licor kirsch), el flamkuchen (prácticamente idéntico a la flammekueche alsaciana), los panqueques o Pfannkuchen, las crêpes alsacianas o Eierkuchen, y especialidades como el jamón ahumado y los vinos ligeros y refrescantes.