Viajes en tren: la costa Este de EE.UU.

AVIÓN Y TREN; A TU AIRE POR…

…las grandes ciudades de la costa Este de Estados Unidos; recorre el corredor del noreste entre Washington y Boston con la comodidad de ir en tren. Podrás explorar el corazón de la nación en Washington DC, adentrarte en las raíces del nacimiento de Estados Unidos en Filadelfia y Boston o pasear por la Gran Manzana despreocupándote de cómo desplazarte a la siguiente ciudad de tu ruta.

Cosat Este EEUU en tren Union Station

La costa Este de Estados Unidos fue el primer lugar en el que se asentaron los colonos europeos y es por tanto la región más antigua del país. Como tal fue el corazón de la independencia de los EE.UU., por lo que siempre tendrá un lugar especial en el corazón de los estadounidenses. Boston y Filadelfia son ciudades antiguas, elegantes y llenas de vida e historia, mientras que Washington es una capital sorprendente, con museos magníficos, multitud de monumentos emblemáticos y, claro está, el centro del gobierno de un poderoso país. Y entre estas tres ciudades, queda LA ciudad, Nueva York, que de por sí sola merece una visita, tanto si ya la conoces como si no. Nuestro programa te permitirá moverte entre las cuatro grandes ciudades de la costa este con la comodidad de ir en tren, sin largas colas de seguridad, llevando tus maletas contigo y yendo de centro a centro de ciudad con fácil acceso al transporte público.

Estancias previstas: Nueva York 3+1 noches; Washington 2 noches; Filadelfia 1 noche; Boston 2 noches

Trayectos en tren incluidos (4): New York Penn Station a Washington Union Station; Washington Union Station a Filadelfia 30th St. Station; Filadelfia 30th St. Station a Boston South; Boston South a New York Penn Station.

Duración: 11 días.

Precio recomendado. Sujeto a fluctuaciones (alza o baja) según temporada y la antelación con la que se efectúe la reservaPrecioauto 2050

El precio incluye:

  • Vuelos España – Nueva York (directos desde Madrid y Barcelona)
  • Billetes de tren 2ª clase para los trayectos indicados
  • 9 noches de alojamiento en hoteles categoría Turista
  • Seguro de viaje
  • Tasas aéreas e IVA
  • Información del destino y envío de documentación.

No incluye:

  • Posibilidad de prolongar la estancia en las ciduades, consultar
  • Billetes de tren de alta velocidad Acela Express en clase Business (consultar)
  • Comidas, entradas y otros gastos particulares
  • Seguro de anulación opcional: 30 €
  • Nada no especificado en el apartado anterior

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Día 1: España – Nueva York

Salida de nuestro aeropuerto de origen y vuelo a Nueva York. Llegada hacia primera hora de la tarde y nos desplazaremos al hotel para el registro y empezar a familiarizarnos con la zona, buscar lugares para desayunar durante nuestros días en la Gran Manzana o hacer compras básicas como tarjetas del transporte público. Alojamiento en Nueva York (3 noches).

Días 2 y 3: Nueva York

Días libres para visitar la ciudad de Nueva York.

Nueva York es una de las ciudades más apasionantes del mundo, donde ni siquiera los habitantes pueden seguir el ritmo de todo lo que se hace y sucede cada día. Para el turista, las oportunidades son interminables, pero sí hay unas cuantas visitas típicas e “imprescindibles” que todo visitante debería llevarse de recuerdo:

Lugares: El Empire Estate Building y su mirador, el Chrysler Building (uno de los edificios más bonitos del mundo), el World Trade Center con el emotivo memorial y la nueva torre WTC 1, Central Park y sus senderos, prados y lagos, la bulliciosa Times Square (de día y de noche), la Quinta Avenida (una de las calles más famosas del mundo), Wall Street y el Rockefeller Center (corazones de las finanzas en la ciudad), el puente de Brooklyn, Grand Central Station (famosa y siempre ajetreada) o la High Line, un parque urbano construido sobre una de las famosas líneas de tren elevadas.

Monumentos y museos: la Estatua de la Libertad, obviamente, que lleva desde 1886 decorando el puerto y durante años dio la bienvenida a los visitantes que llegaban por mar; Ellis Island, puerta de entrada para 12 millones de inmigrantes según se recuerda en una exposición permanente; el Federal Hall, donde George Washington juró su cargo como primer Presidente de los EE.UU.; la Catedral de San Patricio, la mayor iglesia católica neogótica del país; la Catedral de san Juan el Divino, la mayor catedral anglicana del mundo; el MOMA (Museum Of Modern Arts) con sus múltiples exposiciones tocando toda clase de artes plásticas modernas, desde pintura a diseño industrial o incluso videojuegos; el “Met”, Metropolitan Museum Of Art, que es el segundo museo más visitado del mundo tras el Louvre; el museo Guggenheim y su colección de arte contemporáneo; la colección Frick, mansión del magnate del acero del mismo nombre y cuya espectacular decoración y colección privada de arte son una de las joyas escondidas de la Gran Manzana; el museo Intrepid del mar y el aire, un portaviones convertido en museo flotante donde se exhiben el propio portaviones, un submarino, un Concorde, aeronaves militares y una lanzadera espacial; el museo de Historia Natural, con sus enormes colecciones (imprescindibles la de minerales y meteoritos, la de biodiversidad y la de dinosaurios).

Visitas guiadas: aparte de las visitas que pueden realizarse por cuenta propia, hay unas cuantas visitas guiadas recomendables, como por ejemplo: visita a una misa Gospel en el Harlem; visita a los contrastes de Nueva York, donde se visitan varios barrios y se aprecia la increíble diversidad de todo lo que no es Manhattan; la visita guiada al alto y bajo Manhattan, donde aparte de algunas visitas imprescindibles, podremos orientarnos para tener ubicados los lugares de interés.

Día 4. Nueva York – Washington DC (aprox. 3 horas y 20 minutos)

Salida del hotel a una hora apropiada para acercarnos hasta la estación de Pennsylvania (Penn Station) donde abordaremos nuestro tren hacia Washington. Aunque su aséptico estilo contemporáneo no puede competir con la majestuosa Grand Central, Penn Station es la estación más ajetreada de la ciudad que nunca duerme, así que es aconsejable llegar con bastante antelación (al menos una hora).

Embarque en nuestro tren y salida hacia el sur, pasando por Filadelfia y Baltimore. Tras un trayecto de unas 3 horas y media (2 horas y 53 minutos en Acela Express), llegada a Washington y la Union Station; los trenes de Amtrak paran en unos andenes bastante desangelados de la parte trasera de la estación, desde los que accederemos al esplendor neoclásico de la estación central de Washington. Union Station en Washington sirve de estación término a los trenes del corredor del noreste y multitud de trenes de cercanías y del transporte urbano, por lo que está abierta y ajetreada las 24 horas del día. Si decidimos salir por la parte delantera, podremos ver el Capitolio al otro lado de un parque: ¡Bienvenidos a Washington!

Según la hora elegida para nuestro tren, podremos disfrutar de una primera tarde en la capital de los Estados Unidos o tal vez darnos un capricho cenando en uno de los excelentes restaurantes étnicos de la ciudad: sus restaurantes etíopes, hindús o peruanos son de un nivel muy alto y varían de lo pintoresco a lo más glamuroso. Alojamiento en Washington (2 noches)

Día 5. Washington DC

Día completo en la capital de los Estados Unidos para visitar sus monumentos más famosos, como la Casa Blanca, el Capitolio o los memoriales de los Presidentes Abraham Lincoln, Thomas Jefferson y George Washington. También podremos visitar otras atracciones como los varios museos del instituto Smithsonian (Museo Nacional del Aire y del Espacio, Museo Nacional de Historia Americana, la Galería Nacional de Arte o el Museo y Jardín Escultórico Hirshorn), el National Mall y los memoriales a las guerras de Corea, Vietnam y la Segunda Guerra Mundial; el cementerio de Arlington (donde reposa el Presidente John Fitzgerald Kennedy), el Museo del Holocausto, las tiendas de lujo del barrio de Georgetown…

Día 6: Washington DC – Filadelfia (aprox. 1 hora y 50 minutos)

Hoy saldremos del hotel con tiempo suficiente para llegar a Union Station con al menos 45 minutos de antelación, ya que al igual que Penn Station tiene mucho movimiento -si bien como turistas no nos interesará coincidir con la hora punta de primeros de la mañana.

De camino al norte, volveremos a pasar por Baltimore y la bahía de Chesapeake hasta llegar a Filadelfia en algo menos de dos horas, o en 1 hora y 34 minutos con el Acela Express.

La llegada a Filadelfia la haremos por la estación de la calle 30 (30th Street Station), una de las pocas grandes que quedan en EE.UU. Este imponente edificio neoclásico destaca por el interior art-déco, en especial las enormes lámparas de cristal que cuelgan de un techo de casi 29 metros de altura (95 pies). Desde aquí es fácil acceder al centro urbano para registrarnos en el hotel y empezar a explorar la ciudad del “amor fraternal” (el nombre de Filadelfia viene del griego phileo, amar, y adelphos, hermano).

Las visitas imprescindibles se concentran en el Parque Histórico Nacional de la Independencia, donde pueden visitarse el Independence Hall, donde se celebraron las Convenciones y se redactaron la declaración de Independencia y la Constitución; la simbólica “Liberty Bell” cuyo tañido anunció la proclamación de la independencia en 1776; el Primer y Segundo Banco de los Estados Unidos; el museo de Benjamin Franklin, y el memorial del lugar donde estuvo la Casa del Presidente, primera residencia oficial de los Presidentes de Estados Unidos. Alojamiento en Filadelfia (1 noche).

Día 7: Filadelfia – Nueva York – Boston (aprox. 5 horas y 50 minutos)

Hoy deberemos tener en cuenta que el trayecto en tren es el más largo del programa, unos 530 km que suponen unas 6 horas en trenes convencionales o 5 en el Acela Express, así que el horario elegido condicionará si dedicamos más tiempo a Filadelfia o Boston en esta jornada.

La estación de 30th Street no es tan concurrida como Penn o Union, pero igualmente es la 3ª estación con más viajeros en el corredor del noreste, así que aconsejamos atenernos al margen mínimo de llegar 45 minutos antes de la salida del tren.

Por el camino pasaremos por Nueva York y su interminable conurbación para luego adentrarnos en paisajes rurales, primero por el interior y luego subiendo por la costa, así que obtendremos también algunos retazos de mar. Para este trayecto podremos llevar comida o bien ver si nos interesan los platos del vagón cafetería.

Llegada a la estación de Boston South, idealmente situada en el lado este del centro urbano y que es la más veterana de las que visitaremos. Aunque ha sido ampliada con más niveles, túneles y vías, la estación Boston South ocupa un edificio neoclásico de 1899, que a diferencia de la infortunada Pennsylvania Station de Nueva York sobrevivió a una propuesta de reconstrucción total en los 70. Como buena estación central, tiene fácil acceso al transporte público (metro y autobuses) e incluso podremos ir andando a los hoteles mejor situados. Alojamiento en Boston (2 noches)

Día 8: Boston

Día completo en Boston, una de las ciudades más antiguas de los Estados Unidos (fue fundada en 1630) y que tuvo un importante papel en la historia del nacimiento del país. Paseando por Boston podremos recorrer la “freedom Trail” que lleva a 16 lugares históricos en un trayecto de unos 4 kilómetros, antes de ir a explorar otras zonas de la ciudad como el barrio histórico de Beacon Hill, la “Little Italy”, los históricos mercados de Faneuil Hall y Quincy Market (ideales para comprar o comer) o el jardín botánico con sus populares “swan boats”… sin olvidar que Boston fue durante años la casa de “Cheers!”, por lo que el pub original es visita imprescindible para los fans de la popular teleserie.

Día 9: Boston – Nueva York (aprox. 4 horas y 10 minutos)

Último trayecto en tren de este viaje, y tal como hemos hecho cada vez tendremos la previsión de llegar a la estación unos 45 minutos antes de la salida hacia Nueva York. En este trayecto el Acela Express supone un ahorro de unos 30 minutos, ya que incluye varios tramos donde el tren puede alcanzar su máxima velocidad, de unos 250 km/h.

Llegada a Nueva York y la estación de Penn Station, a la que un proyecto quiere dar parte del encanto de la estación antigua remodelando el área de esperas para que tenga por techo bóvedas acristaladas que llenen la estación de luz natural.

Ahora que ya no tendremos que acarrear maletas en el tren, os sugerimos aprovechar el tiempo que queda en Nueva York haciendo compras o visitando, si no lo hicimos ya, la majestuosa Grand Central Terminal (o Grand Central Station como la llama todo el mundo), corazón del transporte urbano de Nueva York que sirve de término para los tres grandes ramales de metro. Alojamiento en Nueva York (1 noche).

Días 10 y 11: Nueva York – España

A una hora prudencial, hoy iremos al aeropuerto para embarcar en nuestro vuelo. Normalmente será por la tarde o tarde-noche así que dispondremos todavía de una última mañana en Manhattan antes de dejar el hotel.

Noche en vuelo y llegada a España al día siguiente.

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NOTAS DE VIAJE:


Es imprescindible disponer de pasaporte electrónico con una validez mínima de 6 meses a la fecha de regreso.

Debe tramitar la solicitud de ingreso a los EEUU y registrarse a lo mas tardar 72h. antes de la salida en la siguiente dirección: http://esta.cbp.dhs.gov/ En caso de que desee que le tramitemos la autorización, deberá enviarnos por mail una copia de sus pasaportes.

Viajando en tren en Estados Unidos:

El ferrocarril en Estados Unidos es un caso peculiar: en el transporte de carga es mucho más importante que en Europa, llegando a transportar una de cada tres toneladas de carga que se mueven, mientras que el transporte de pasaje es el patito feo (su uso va por detrás incluso del autobús) y así resulta que la operadora federal Amtrak palidece comparada con cualquier operadora europea, siendo mucho más pequeña y con muchos menos recursos -en especial, porque no recibe subvenciones.

Es por esto que, comparados a lo que estamos acostumbrados, veremos que en Estados Unidos los trenes son anticuados (no necesariamente viejos) y a menudo lentos y poco puntuales, sobre todo los de larga distancia. Pero esto se compensa con la libertad de no preocuparse del tráfico, el aparcamiento o la gasolina, el confort de los asientos (que normalmente no están asignados, así que podemos movernos por el tren según nos apetezca), la posibilidad de disfrutar del paisaje o entablar conversación con otros viajeros y el encanto anticuado de unos trenes donde aún hay empleados en vez de máquinas: son trenes con cafeterías de verdad y vagones restaurante que son como restaurantes sobre ruedas. Y sin olvidar que, a diferencia de las líneas de cercanías usadas por los commuters, los trenes de Amtrak raramente se llenan…

Amtrak:

Amtrak es la marca comercial de la National Railroad Passenger Corporation, la agencia federal estadounidense responsable de garantizar el transporte de pasajeros por ferrocarril, en especial de medias y largas distancias. Amtrak nació en 1971 ante el deterioro de los servicios de pasajeros por el descenso de la demanda y la baja rentabilidad del pasaje frente a la carga. Durante muchos años Amtrak padeció problemas financieros y de servicio por los cierres de compañías propietarias de vías, obligando a clausurar líneas o hacer conexiones en autobús; la creciente edad del material rodante provocó muchos problemas y averías hasta finales de los 90 cuando se completaron varios programas de renovación y homogenización de vagones y locomotoras. Es en el siglo XXI cuando Amtrak ha visto un cierto renacer con la llegada de servicios modernos como el Acela Express y a medida que el público aprecia más la eficiencia ecológica del ferrocarril.

El Northeast Corridor (NEC):

El corredor ferroviario entre Washington y Boston, pasando por Filadelfia y Nueva York, es la joya de la corona de Amtrak. Aunque sus trenes son una parte mínima de todo el tráfico que circula por las estaciones (ya que la región cuenta con multitud de compañías municipales, estatales y regionales que prestan servicios de cercanías a millones de commuters cada día) los servicios de Amtrak entre ciudades de distintos estados son claves para la movilidad, al ofrecer una alternativa al avión y el coche y competir con el autobús. Asimismo el corredor del noreste tiene el único servicio de alta velocidad del país, el Acela Express que alcanza 250 km/h en algunos tramos.

Aunque tienen distintos nombres y horarios según las rutas, todos los trenes convencionales del corredor del noreste tienen el mismo material rodante y van equipados con sólidos vagones de acero inoxidable construidos en los 80, cuyos interiores climatizados se van renovando periódicamente. Desde 2014 todos los trenes del Northeast Corridor ofrecen wifi a bordo e incluyen un vagón cafetería. Por un extra, el servicio de alta velocidad Acela Express tiene trenes modernos, con amplias butacas estándar en clase Business (y aún más amplias en First Class) y que combina la mayor velocidad con menos paradas para ofrecer ahorros de tiempo entre 15 minutos y 1 hora según el trayecto.

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Recuerda indicarnos el aeropuerto de salida, margen de fechas disponibles, número de personas y si viajarían niños menores de 12 años.