Rumania; Cárpatos, castillos y monasterios de Bucovina

FLY AND DRIVE RUMANIA; VUELA Y CONDUCE POR….

Los Cárpatos y los Monasterios de Bucovina, en una ruta de 8 días/7 noches con 7 días de alquiler de coche para recorrer la tierra más allá del bosque (TRANS-SILVA, como la llamaron los romanos) al pie de las imponentes cordilleras de los Cárpatos, donde las leyendas siniestras sobre demonios, brujas y vampiros perviven aún en los ámbitos rurales.

¿Vlad Tepes? o ¿Conde Drácula? ¿Principe de Valaquia? o ¿Príncipe de las tinieblas…? ¿Historia? o ¿Leyenda…?  Lo cierto es que éste oscuro personaje  nació en Transilvania, Rumania (1428-1476). Hijo de Vlad Dracul (caballero de la orden del dragón). Para algunos historiadores, Drácula fue un heroico defensor del cristianismo y de los intereses e independencia de su país, mientras que para otros se trataba de un caso patológico, de alguien que torturaba, atormentaba y mataba, por puro placer. Tanto los lugares que estuvieron bajo su dominio como aquellos por donde transcurrió su vida, son hoy, un importante reclamo para el viajero, pero quizás fue Bram Stocker quien con su conocida novela y sin saberlo, se convirtió en el primer promotor turístico del país.

…. Cuentan que un comerciante florentino acudió en su presencia para denunciar que, encontrándose éste en sus dominios, unos ladrones le arrebataron la bolsa con monedas de oro. El príncipe le pidió que lo dejara en sus manos y que volviera al día siguiente. Cuando regresó el mercader observó aterrado que los ladrones agonizaban empalados en el patio del castillo. Frente a ellos estaba Vlad, impasible en su trono y con la bolsa robada. El Empalador la tiró al suelo y pidió al comerciante que comprobara si faltaba alguna moneda. El mercader las contó cuidadosamente, y probablemente demasiado asustado para mentir, musitó finalmente: “Sobra una…”

Vlad le contestó: “Tu honradez te ha salvado. Si hubieras intentado quedártela, habrías acabado en la estaca más alta, junto con éstos.”

Ruta propuesta: Bucarest – Sinaia – Bran – Brasov – Prejmer – Risnov – Miercurea Ciuc – Piatra Neamt – Suceava – monasterios de Bucovina – Bistrita – Tirgu Mures – Sighisoara – Sibiu – Curtea de Arges – Pitesti – Bucarest.

Pernoctando en: Sinaia 1 noche, Miercurea Ciuc 1 noche, Suceava 1 noche, Bistrita 1 noche, Sibiu 1 noche, Bucarest 2 noches.

Duración: 8 días; Kilómetros mínimos aproximados para cubrir la ruta: 1.300 Km.

Salidas desde cualquier punto de la península (consultar conexiones).

Precio medio recomendado. Sujeto a fluctuaciones (alza o baja) según temporada y la antelación con la que se efectúe la reserva.

El precio incluye:

  • Vuelos directos en línea regular con la Cía. Tarom desde Madrid o Barcelona en tarifa “W”
  • Tasas de aeropuerto y emisión
  • 7 noches de alojamiento en hoteles 3***/4****.
  • Desayunos
  • Alquiler de vehículo grupo B con kilometraje ilimitado y seguros parciales de colisión y robo con franquicia
  • Información del destino y envío de documentación.
  • Seguro de viaje

No se incluye:

  • Traslados, entradas o visitas guiadas
  • Posibilidad de eliminar/reducir franquicia de los seguros del coche  (consultar)
  • Seguro de cancelación opcional: 15,0 €
  • Nada que no esté especificado en el apartado anterior

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Día 1 Ciudad de origen – Bucarest – Sinaia.

A la hora indicada salida en vuelo destino Bucarest. Llegada, recogida del coche de alquiler y empezarás a recorrer Rumanía a tu aire yendo hacia Sinaia, conocida como “La perla de Los Cárpatos”. Alojamiento.

Día 2 Sinaia | Castillo de Drácula | Brasov | Miercurea Ciuc

En Sinaia se encuentra el castillo de Peles, conocido por ser el más bello de los Reyes de Rumanía. Yendo hacia el norte está Bran, con su castillo que un día perteneció al Conde Drácula. Leyendas aparte es un excelente ejemplo de castillo medieval edificado en el siglo XIV. Luego podéis visitar Brasov, conocida como el Salzburgo de Transilvania por su intensa vida estudiantil y musical. El centro medieval de la ciudad está dominado por  la Iglesia Negra, obra gótica con un espectacular órgano. Además, en sus alrededores y camino de Miercurea Ciuc podréis visitar la fortaleza campesina de Prejmer y la fortaleza medieval de Risnov. Noche en Miercurea Ciuc.

Día 3 Miercurea Ciuc | Piatra Neamt | Suceava

Seguimos nuestro viaje por Rumanía en coche recorriendo los Cárpatos y llegaremos a Piatra Neamt, que por su privilegiada posición es una de las ciudades más hermosas de Rumanía. Además de apreciar la belleza de su entorno, podremos visitar sus edificios históricos y acercarnos al monasterio de Bistrita y su colección de arte medieval, como aperitivo a los monasterios que nos esperan en la Bucovina. Rumbo al norte, podremos empezar a visitar algunos de los monasterios en la tarde de este día, camino de Suceava. Noche en Suceava.

Día 4 Suceava | Monasterios de Bucovina | Bistrita

Día entero para visitar los Monasterios de Bucovina, erigidos hace más de 500 años por los príncipes Moldavos y muchos de ellos con hermosas pinturas en sus muros exteriores. Destacan especialmente los monasterios de Sucevita, Moldovita, Humor y Voronet. Los Monasterios “pintados”, constituyen la principal atracción de Moldavia, por los frescos de vivos colores que adornan sus iglesias. Representan escenas de la Biblia así como otros eventos, diseñados en secuencias a manera de historietas, que tienden a despertar la imaginación de la población local y así enseñarle la religión ortodoxa. A última hora de la tarde abandonaremos la Bucovina para ir a dormir en Bistrita.

Día 5 Bistrita | Burgos Transilvanos | Sibiu

Hoy empezamos en la ciudad de Bistrita. En la famosa novela Drácula, de Bram Stoker, el personaje principal Jonathan Harker visita Bistriţa, albergándose en el Hotel Golden Krone. Aunque dicho hotel es ficción, la popularidad de la novela obligó a construir uno con el mismo nombre. La ciudad es famosa por su cantidad de casas históricas de los siglos XV-XVI con puertas muy altas que esconden hermosos patios interiores. Rumbo al sur, podréis comer en la ciudad de Tirgu Mures, una ciudad rumana habitada por una minoría húngara, antes de visitar la ciudad de Sighisoara para conocer su espectacular ciudadela medieval habitada desde 1191. Esta ciudad medieval de Rumanía es una de las más bellas del país, conocida por la leyenda del conde más temido de todos los tiempos: Drácula.

El casco antiguo es Patrimonio de la Humanidad y mantiene intacta su estructura medieval. Calles empedradas con nombres del gremio de oficio, torres de defensa originales del medievo y casas del siglo XVI. Entre el laberinto de callejuelas, asoma la Torre del Reloj, el palacio del Ayuntamiento  y la iglesia de la Colonia.

Pero si algo está presente desde que cruzas la muralla que rodea Sighisoara es el alma de Vlad Tepes. Su imagen aparece en cada esquina. Es el mayor reclamo turístico de la región. Sus métodos de tortura y muerte (sobre todo el empalamiento)  y toda la sangre que derramó ha hecho famosa a toda la región de Transilvania. Si os interesa el tema, hay rutas turísticas macabras que nos llevan al museo de torturas, un antiguo calabozo, y la antigua casa de Tepes (ahora un restaurante).

A última hora, proseguiremos hacia Sibiu para pernoctar y reponer fuerzas.

Día 6 Sibiu | Principado de Valaquia | Bucarest

Después del desayuno nos espera Sibiu, ciudad con un marcado carácter medieval-sajón y que fue capital cultural europea en 2007. Destacan sus plazoletas, la torre del ayuntamiento, iglesias de distintas confesiones,  escalinatas, callejones, etc.

Retomaremos el rastro de Vlad Tepes adentrándonos en su reino, el principado de Valaquia, cuna histórica de Rumanía. En Curtea de Arges está la iglesia de San Nicolás y el Monasterio de Arges, del siglo XVI, donde se encuentran enterrados los Reyes de Rumanía. Y en los alrededores, no podéis perderos la ciudadela de Poienari. Más al sur, la ciudad industrial de Pitesti está en la zona petrolífera de Rumanía, donde se puede visitar el Museo del Petróleo. A última hora de la tarde llegaremos a Bucarest para pasar ahí la noche.

Día 7 Bucarest

Después de recorrer media Rumanía en coche, hoy podremos aprovechar el día para visitar la ciudad de Bucarest, o bien asomarnos a una Rumanía bien distinta de la rural y montañosa haciendo una excursión de un día a la bulliciosa ciudad de Constanta, fundada hace 2.500 años a orillas del Mar Negro.

Día 8 Bucarest – España

Ocasión para hacer las últimas compras y dirigirnos a una hora prudencial al aeropuerto para devolver el coche de alquiler. Regreso a España y fin de nuestros servicios.

NOTAS DE VIAJE

CUÁNDO IR


Rumania posee un clima continental con veranos cálidos en el interior y más suaves en las zonas de la costa y en el Delta del Danubio. Los inviernos son prolongados con abundantes lluvias y nieve, especialmente en los Montes Cárpatos. Para quienes viajan a las playas del Mar Negro, la mejor época es de entre junio y septiembre, mientras que la mejor temporada para la práctica de los deportes de nieve es entre diciembre y marzo. La primavera y el otoño se caracterizan por sus suaves temperaturas.

La mejor época para visitar Rumania es entre mayo y octubre. Durante estos meses puede disfrutarse de la mayor parte de atractivos con que cuenta el país. La primavera es probablemente la estación más bella, sobre todo en las regiones montañosas o en el delta del Danubio. Los aficionados a los deportes blancos, lógicamente, deberán optar por el invierno.

EL PAÍS


Es imposible describir Rumania en una frase. Cada afirmación tiene que ser acompañada de un “pero”, destinado a matizar una personalidad que tiene numerosos aspectos. Unos aspectos que siguen sorprendiendo incluso a sus habitantes. Los Cárpatos, el Mar Negro, el Delta del Danubio, los monasterios del norte de Moldavia, las tradiciones milenarias de la región de Maramures, La Transilvania con la leyenda de Drácula, los vinos famosos, la cocina tradicional y, sobre todo, la hospitalidad de sus habitantes, todo esto significa Rumania. Un país en el que uno se puede relajar en el litoral, puede subir a la soledad de las montaña o bajar a cavernas profundas, puede explorar el Delta del Danubio, o descansar en una hacienda tradicional, gozando del sabor de las comidas y deleitándose con los vinos de aromas únicos.

LAS CIUDADES


BUCAREST

Situada en una llanura que parece sin fin, la ciudad de Bucarest abarca más ciudades que viven ignorándose mutuamente. Palacios antiguos que recuerdan la fastuosidad de los tiempos pasados se encuentran junto a unos edificios de acero y vidrio, parques con árboles viejos como el mundo están alejados de los caminos aglomerados. Los albergues antiguos reciben con hospitalidad a sus clientes, mostrando el esplendor moderno de los restaurantes que tienen más estrellas que el firmamento…

La leyenda dice que, hace muchos siglos, un pastor que se llamaba Bucur, fundó la ciudad. Pero una historia aún más antigua habla del mito del rey gético Dromichaites y de  “orasul bucuriei” (la ciudad de la alegría) que habría construido en el lugar del Bucarest actual. Los historiadores, indulgentes con el romanticismo de la leyenda, demostraron que la actual capital de Rumania estaba habitada desde el paleolítico medio y el neolítico, gracias a su posición geográfica que favorecía la circulación de las personas y de las mercaderías. Se siguen conservando hasta hoy en día los vestigios de unas moradas géto-dácicas que datan de los años 1800-800 a.C. y de los asentamientos daco-romanos erigidos aquí en los siglos III-X.

Durante la época de la Edad Media, la historia de la ciudad estuvo dominada por la figura del vaivoda Vlad Dracula Tepes. Este vaivoda mudó la residencia de los príncipes rumanos de Târgoviste a Bucarest. Asimismo, el 20 de septiembre de 1459, emitió el acta que constituye la primera prueba documental de la ciudad que se llamaba Bucarest. En la segunda mitad del siglo XVII, durante el reinado de Gheorghe Ghica, la ciudad de Bucarest se convierte en la capital de Valaquia – uno de los tres principados rumanos de aquella época.

BRASOV

El cinturón de fortificaciones convierte a Brasov en una de las más fortificadas ciudades medievales de Transilvania. Con el tiempo, la ciudad de Brasov se convirtió en una ciudad moderna que aún guarda las huellas del pasado, restos del antiguo muro de defensa y unas cuantas torres de defensa: el Bastión de los Sastres, la Torre Blancay laTorreNegray laPuerta Ecaterina de estilo gótico. Representativa parala ciudad es laIglesia Negra, la más grande iglesia gótica de Rumanía. Un gran incendio que se produjo en 1689 le da el nombre de “Iglesia Negra”. El exterior presenta en los contrafuertes del coro y en los del ábside, estatuas góticas emplazadas debajo de los baldaquines. Del período anterior al incendio guarda una hermosa composición en la vidriera del portón sur.

SIGHISOARA

Apodada “la Perla de Transilvana”, la ciudad de Sighisoara es la mayor ciudadela habitada de Europa. Los colonos alemanes pusieron aquí las bases del primer asentamiento en 1191, pero fue destruido por los tártaros cincuenta años más tarde. El año 1280, el lugar aparece con el nombre de Castrum Sex. Parece que aquí hubo una pequeña fortificación alrededor de la cual se desarrolló, más tarde, la ciudad, mencionada como civitas, en un documento del año 1407. En el siglo XV la amenaza otomana determinó la construcción de las torres de defensa que rodean la Colina de la ciudadela. A partir del siglo XVI, Sighisoara se impuso también desde el punto de vista cultural, la escuela de la ciudad contaba con profesores “de todas las especialidades y ciencias”.

El punto de atracción de la ciudad es la Torre del Reloj. Con una altura de unos 64 m, la torre tiene cuatro torrecillas y una galería de madera para guardias en el último nivel. Reconstruida tras el incendio de 1676, la torre constituye el más antiguo testimonio de la penetración del barroco austriaco en Transilvania. En el siglo XII, un artesano local instaló en la torre un reloj con dos esferas, una dirigida hacia la Ciudad de Abajo y otra hacia la ciudadela. El mecanismo pone en marcha dos grupos de estatuillas de madera que representan los días de la semana.

En la más alta extremidad de la ciudad fue construida en el período 1345-1515, la Iglesia de la Colina. Construida sobre una bóveda romana, la iglesia alberga en su interior pinturas anteriores a la reforma de Martín Lucero. La Escalera Techada, una escalera de 175 escalones techada con madera, fue construida en 1656 para facilitar la conexión con la escuela y la iglesia de la colina. En la Plaza de la Ciudadela se halla la Casa con Ciervo, una vivienda nobiliaria al estilo del Renacimiento de Transilvania (siglo XVII), La Casa de Vlad Dracul (Vlad el Demonio), el edificio en el que vivió durante 1431-1435 Vlad Tepes (Vlad el Empalador) antes de convertirse en príncipe de Valaquia y la Casa Veneciana que data del siglo XVI con la fachada de estilo gótico veneciano.

TâRGU MURES

Ubicada en el este de la Depresión de Tansilvania, la ciudad fue atestiguada en documentos en el año 1332, cuando aparece con el nombre de Novum Forum Sycolorum. La ciudad se ha desarrollado rápidamente, convirtiéndose en el principal centro urbano y comercial de la zona. Tras el incendio que estalló a principios del siglo XVII, la ciudad fue reconstruida y se convirtió en un importante centro cultural. Durante los acontecimientos de 1848, hubo manifestaciones de carácter revolucionario.

La ciudadela medieval ha sido construida en el siglo XV y reconstruida más tarde, en el siglo XVII. Tenía un cinturón de muros con siete torres de defensa que llevan el nombre de los gremios que las protegían, el séptimo era el bastión de la puerta de acceso a la ciudadela. En su interior se halla la Iglesia Reformada, construida en estilo gótico por los monjes franciscanos. En el centro de la ciudad se halla el Palacio de la Cultura, edificio monumental, con interesantes decoraciones exteriores, fue concebido en estilo secesionista por los arquitectos Komor Marcell y Jakab Deszo. El edificio alberga el Museo de Historia y el Museo de Arte. En un bonito edificio construido al estilo “empire” se halla la Biblioteca Teleky-Bolya que dispone de 40.000 libros y manuscritos antiguos, y un importante fondo de archivo.

CURTEA DE ARGES

La ciudad debe su nombre al río que recorre el departamento, río que baja de las laderas de los Cárpatos haciaPiteşti y más lejos Bucarest. Sus imponentes iglesias nos transmiten tiempos de gloria en los que fue capital de Valaquia. Tiempos de explendor que se fueron cuando la corte se traslado a Bucarest.

El monasterio de Curtea de Arges es la joya del arte bizantino rumano, impulsada por Neagoe Besarab y rematada por Radu de la Afumati en la primera mitad del siglo XIV. En la decoración se pueden distinguir los elementos de arte oriental, no en vano Neagoe Basarab había sido educado en la corte de Estambul.

El pintor Dragomir pintó la iglesia con sus frescos, que se vieron dañados con las restauraciones tras un terremoto (los que sobrevivieron están en el Museo de Arte de Bucarest). Sin embargo la belleza de su interior con mármoles traídos expresamente desde Bizancio y con una decoración reciente pero de gran colorido y luz son incuestionables. La hoy sede episcopal también vela por las tumbas del mismo Neagoe Besarab y otros príncipes.

Una de las historias más curiosas de la ciudad de Curtea de Arges es la de la Fuente Manole, frente a la iglesia, que sin captar la atención por su especial belleza esconde una leyenda trágica, y al mismo tiempo uno de los mitos más conocidos de Rumanía.

Se cuenta que el príncipe Radu Negru solicitó al maestro arquitecto Mesterul Manole la construcción de la catedral. Él y sus nueve aprendices trabajaban duramente todo el día pero por la noche la estructura se venía abajo. El príncipe impaciente les instó a terminar o a sufrir su cólera. Nerviosos ante las prisas acordaron realizar un sacrificio tal y como antiguamente se hacía para consagrar un templo. Por tanto, la primera mujer que apareciese al amanecer del siguiente día, sería la sacrificada. Ana, la mujer de Manole apareció y el arquitecto cumplió su palabra emparedándola entre los muros de la iglesia. Esa noche y ninguna de las siguientes volvió a derrumbarse la edificación, y hoy una placa en las paredes de la catedral indica donde se enterró a la mujer de Manole.

La desgracia de Manole no acabó aquí puesto que el príncipe, una vez terminada la obra, encerró en lo alto de una torre al arquitecto y los aprendices para que nunca pudieran construir un templo de igual belleza. Manole, cuyo ingenio superaba con creces al de los aprendices, confeccionó unas alas al estilo de Ícaro, y pudo planear hasta la tierra, cayendo en el lugar donde brota el agua de la fuente, que se construyó en 1804.

GASTRONOMÍA


cocineroLa gastronomía rumana es muy variada en sus platos así como en tradiciones, no obstante tiene influencias de la cocina balcánica y de otros países como Alemania, Serbia o Hungría. Rumania en su diversidad geográfica cuenta con llanuras, colinas, montañas, lagos, costa al Mar Negro o el maravilloso Delta del Danubio, diferentes ámbitos geográficos que confieren una gran variedad de productos alimenticios: trigo y maíz, centeno y girasol, un sinfín de legumbres: guisantes, judías, lentejas, patatas, col, coliflor, tomates, berenjenas, pimientos, cebolla, ajo, puerro, zanahoria, remolacha, perejil, apio, espinaca, pepinos, calabacines, hinojo… y buenos pastos para el ganado ovino y bovino. Rumanía es también un gran productor de frutas, como: manzanas, peras, ciruelas, nueces, membrillos, cerezas, albaricoques, melocotones, sandías y melones. Un destacado lugar lo ocupan la uva y los viñedos, la tierra y el clima, ofreciendo favorables condiciones para su cultivo y producción vinícola.

Algunos platos típicos….

El “Rasol” es un plato típico elaborado principalmente con carne, patata, y otras hortalizas, cocidas conjuntamente.

La “Kofta” en su forma más simple se trata de unas bolas elaboradas con carne picada, similares a las albóndigas, se utiliza carne de vacuno o de cordero que se suele mezclar con diferentes especias y a veces también con cebollas picadas. Se suele mezclar en algunas ocasiones con arroz, burghul, verduras, o huevo para formar una pasta que luego se asa

La “mămăligă” es un pan elaborado con harina de maíz muy típico en la cocina rumana consistente en una masa de color amarillo.

Los sarmale son uno de los principales platos de la cocina rumana y seguramente el más popular. Consisten en una sabrosa pasta de carne picada que puede ser de cerdo, ternera, o cordero y que se presenta en rollitos envueltos en hojas de col, cerezo o vid. Se incluye arroz y cebollas picadas, todo ello sazonado y especiado generalmente con pimienta y algunas de las hierbas locales más populares.

De postres….

El “Baklava”, es un pastel elaborado con una pasta de nueces trituradas, esparcida sobre pasta filo y bañado en almíbar o jarabe de miel, existiendo variedades que incorporan pistachos, semillas de sésamo, amapola u otros granos.

El “Halva” es un dulce cuyos ingredientes principales son semillas de sésamo o pasta de tahini, todo ello edulcorado con azúcar o miel.

El “Cozonac” es un pastel tradicional que generalmente se puede ver en el periodo navideño y otras festividades cristianas. El ingrediente principal es el huevo, harina y la leche. Generalmente se aromatiza con diferentes especias como el anís, la vainilla, canela, etc. Suele ser de gran tamaño y tiene un aspecto de brazo de gitano con relleno entre las hojas (generalmente frutos secos).

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  2 comments for “Rumania; Cárpatos, castillos y monasterios de Bucovina

  1. P. Romero
    24 agosto, 2023 at 16:50

    Ayer volvimos de Bucarest, y debo decirte que hemos vuelto encantados

    Rumanía era un país que tenía en mente desde hace muchos años, y una vez hecho el viaje, nos ha sorprendido gratamente

    La verdad es que no sabíamos qué nos íbamos a encontrar, pero una vez allí, pateando el país de arriba a abajo, conviviendo con la gente como turista, viendo esto y aquello, …, la percepción es totalmente distinta a la que teníamos inicialmente

    Te comento los distintos aspectos del viaje:

    – Coche; todo perfecto, y sin ningún incidente; un megane automático con navegador incluido. Soy más de manuales pero para las carreteras de allí mejor un automático

    – Recorrido; en total hemos hecho unos 2.800 km (en autopista no más de 250 km), y doy fe de que el problema no son las distancias, sino las carreteras, que al ser mayoritariamente de un carril por sentido y llenas de curvas y camiones, hace que la conducción sea lenta, pero aun así muy entretenida y al final te lo tomas con calma; por mi parte, mucho más entretenido que ir por autopista, y además nos ha permitido pasar por muchos pueblecitos y ver sus costumbres, como sacar mesas y vender los productos de sus huertos, o ver los carromatos tirados por caballos. La combinación ha sido perfecta, tocando iglesias, castillos, monasterios, ciudades y sus cascos históricos, naturaleza, …, y para nada se ha hecho pesado el tocar tantos hoteles y alojamientos; el tener 2 noches en Sibiu un acierto para poder descansar un poco, y nos acercamos a ver el museo etnográfico Aztra, un acierto y una pasada de sitio.

    La transfagarasan una chulada, y al final, que parecía que nos ibamos a quedar sin ver los osos en su medio ambiente, nos encontramos 3 en 3 lugares distintos. Al final prácticamente hemos hecho todo lo que venía en la ruta que me pasaste, y preferimos prescindir de la mina de sal de Turda ya que no nos daba tiempo a todo y en su lugar ver los monasterios de Bucovina y 6 de las iglesias de madera y cementerios más representativos de Maramures; nos quedamos apenas a 500 metros de Ucrania. El día que llegamos a Baile Herculane fuimos antes a ver la Cabeza de Decébalo y nos pillamos una excursión en barco de un par de horas en Orsova que te explica todo y te da un paseo por el Danubio; lo recomiendo. El penúltimo día volviendo a Bucarest nos acercamos a Targoviste, y allí nos acercamos a ver el cuartel en donde fue el juicio contra los Chaucescu, y pasear por las salas donde fue el juicio y el patio en donde los fusilaron.

    En Brasov estuvimos cenando en el sitio donde nació el Cconde Drácula, y muy bien; platos generosos de comida tradicional rumana, deliciosos, bien servidos, un sitio acogedor, y un precio bastante bueno. El terminar en Bucarest con el tour de Civitatis un acierto, ya que la chica lo explicaba muy bien, y no solo tocaba temas de la ciudad, sino de la sociedad rumana, su cultura, su gastronomía (creo que es el viaje donde mejor hemos comido), cosas del comunismo, …, que nos hicieron entender mejor muchas cosas del país que habíamos visto en los días anteriores, y ella misma nos confirmó que es una pena la imagen que se tiene del país en el exterior, ya que los rumanos no son los rumanos que nos encontramos aquí robando, mendigando o en los semáforos limpiados los cristales, y también cosas del comunismo que había oído de sus padres y abuelos y las atrocidades que se hicieron

    – Seguridad; en ningún momento hemos tenido sensación de inseguridad caminando por las ciudades, y casi te diría que nos hemos sentido más seguros allí que aquí caminando por la Gran Vía. Mucho perro suelto, principalmente por los campos, pero van a su bola y no se meten con nadie

    – Hoteles; todo muy bien, los apartahoteles muy limpios y muy bien organizados (al llegar tarde y ya con la recepción cerrada en algunos casos nos pasaban los códigos por whastapp para poder acceder); quizás el hotel peor haya sido el de Pitesti, ya que parecía casi un hotel fantasma, pero a cambio de estar cerca del centro merece la pena

    Como siempre, muchas gracias por todo, y seguimos en contacto

  2. Josep
    15 septiembre, 2016 at 13:31

    Promeses són deutes… aquí va el feedback:

    El vol amb Wizzair no va tenir cap problema; va ser puntual i el fet de tenir seients reservats i prority va ajudar molt.

    Com la primera nit vam arribar molt tard vam agafar l’hotel que està prop de l’aeroport. Allà ens esperava una persona per portar-nos. L’hotel és un tres estrelles, bé i comfortable amb bon esmorzar i bon llit. Això sí, per si de cas algú es creu que estant a 300 metres de l’aeroport, pot anar caminant…. doncs no, s’hauria de passar una autovia de dos carrils per banda amb un mur al mig i cap pont per passar a l’altra banda en quilòmetres. Imprescindible anar en transfer.

    Dia següent: cap problema en agafar el cotxe i començar a fer ruta…. vam anar a Snagov, a Peles i vam dormir a Busteni… genial perquè volíem pujar al Mont Bucegi i estava allà mateix el remuntador. L’hotel de Busteni, un tres estrelles, era una passada. El Wifi no arribava a l’habitació (em penso que era la del final) però l’atenció, el llit, el restaurant de l’hotel i l’esmorzar a la carta… no tinc paraules. Fabulós.

    Dia següent: anem a Bucegi i com feiem nit a Brasov, passem per Bran (a veure el castell), Rasnov i l’estació d’esquí de Poiana Brașov. Arribem a Brasov, aparquem al carrer (el pàrquing que anunciava és el del carrer i zona blava). No és un hotel, és una residència. Està vell, passat de moda, sembla un dos estrelles de poca categoria. No fan esmorzars…. has de sortir al carrer i anar a uns 200 metres a la pensió que tenen (que per cert, pinta molt millor, sembla un hotel en lloc de pensió i está molt més net i nou). L’esmorzar deixa molt que desitjar. No torno a aquesta residència. A més, queda una mica lluny del centre històric.

    Tenim dos dies a Brasov. Aquí ens vam equivocar. Entre el que havíem visitat per la nit, per anar a sopar i pel matí, en un res estava tot vist. Jo ja hagués marxat cap a Sighisoara (i des d’allà hagués anat a Bistrita, o a Cluj-Napoca). Però com ens vam quedar i els voltants els vam fer el dia anterior, vam aprofitar per fer la siesta y decansar. Realment ens sobrava una nit a Brasov i més a aquella residència maldita/hotel.

    Dia següent: Anem a Sighisoara. Abans passem per Prejmer, i de camí visitem Vicri. Arribem per la tarda, visitem la zona antiga i a dormir. Aqui ens vam trobar un autocar d’espanyols que havia ocupat l’hotel i intueixo que, gràcies a això, ens van donar l’habitació que els hi quedava: l’executive superior. Teníem habitació, sala d’estar i mil comoditats. Un luxe. El restaurant és bo i l’esmorzar també. Molt net.

    Dia següent: comencem a baixar. Anem a Medias, Sibiu, Cozia i acabem a Curtea d’Arges. Un tute de cotxe perquè sempre has d’anar poc a poc (atraveses mil poble quilomètrics) i hi ha cua. Però com ho hem previst arribem a temps d’anar a Poienari, visitar el castell i tornar a l’hotel. A l’hotel no ens troben, diuen que no hi som, ens donen unes claus, ens diuen que haurem de pagar i jo truco a laa gencia i al telèfon d’emergència. Em diuen a la agencia que hi ha un noi que ho ha entès. Jo mai veig un noi, sempre hi ha una noia que és nova i no entèn res. Al final se soluciona (o bé la noia ens deixa per impossible i prefereix que marxem per no tenir problemes). Visitem Curtea i ja enfilem cap a Bucarest. L’hotel de Curtea és justet. Em quedo curt. És molt justet. L’habitació sembla treta d’una residència rusa de les películes dels seixanta i l’esmorzar em penso que era aquell tros de formatge i el tros de cogombre. No recordo haver vist més. L’hotel té aparcament.

    Dia següent: camí de Bucarest sense parades. Les cues són eternes. Arribem a l’hotel. De nou, el parquing és al carrer però sense zona blava. Està ben situat: atravesant un parc, que és una xulada, s’arriba al centre en un res. L’habitació està bé i l’esmorzar també. Això sí, al paper que em vas donar deia que era de 4 estrelles i no és cert, és de tres. Aquí hi som dues nits. Després de visitar la Transilvània Rural, estar a una ciutat ens fa molta mandra i no m’ha semblat una ciutat amb especial encant. Aquí no hi torno.

    Dia de tornada: deixem el cotxe, tot va bé, agafem l’avió i a casa.

    – Valoració del viatge: Fabulós; vam fer tot el que volíem. Només hagués canviat les dues nits de Brasov per Siguisoara, per poder visitar més coses.
    – Valoració de la vostra feina: Genial. Segurament tornarem a fer un viatge amb vosaltres. Quan vam tenir un problema, vau respondre.
    – Tornarem? Segurament, per fer la part del Nord o la que toca a Moldàvia.

    Final del feedback. Espero que pugui ser útil per altres persones que s’animin a fer aquesta ruta.

    Vinga!!!

    Josep

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